Si hay algo que realmente le gusta a los niños son las gominolas. Así que, ¿por qué no unes el espíritu navideño con las golosinas para hacer bonitas y originales creaciones? Con estas manualidades conseguirás dar un toque dulce y divertido a tus adornos navideños, ¡y los más peques se lo pasarán en grande!
Llegaron las vacaciones para los niños de la casa lo que significa que van a pasar mucho tiempo en casa. En vez de estar aburridos viendo la televisión os propongo que preparéis adornos navideños juntos, una forma de divertirse viviendo el espíritu navideño.
Ahí van algunas creaciones que, además de ser súper vistosas son comestibles!
Puedes atreverte con la creación de un árbol de caramelos. Para ello, necesitas caramelos redondos de dos colores diferentes, un cono de espuma del tamaño que desees, una pistola de silicona y pegamento de purpurina. Desenvuelve los caramelos (o no, depende de cómo quieras hacerlo) y comienza a pegarlos en círculos desde la base del cono, alternando los colores. Utiliza la silicona caliente o cola para ello. Por último, en los huecos que queden visibles, añade un poco del pegamento de purpurina para darle un estilo glamuroso a este especial adorno y que no se vea la espuma. Eso sí, si los pegas sin papel, evidentemente luego no los podrás comer!
La forma más fácil de empezar es, simplemente, cogiendo gominolas blandas y añadirles un pequeño gancho de plástico para poder colgarlas en el árbol de Navidad. Puedes usar chucherías de diferentes tamaños, formas y colores. Queda muy bien con chuches de un buen tamaño como piruletas, regalices, etc.
La siguiente manualidad es también para colgar del árbol, aunque un poco más complicada que la primera. En esta ocasión necesitarás una pelota de espuma, pegamento, y pequeñas gominolas de diferentes colores. Repitiendo el proceso anterior, pega las grageas alrededor de la bola, dejando un pequeño espacio para añadir el cordel.
Si también quieres que este toque dulce esté presente en tu mesa, no tienes nada más que comprar varios bastoncillos de azúcar de Navidad sobre tus servilletas. Átalas con un lacito y comprobarás como tu decoración luce completamente diferente.
Por último, y para los más atrevidos, nada mejor que hacer una corona de golosinas para decorar vuestra puerta. Utiliza como base un cartón o recorta un trozo de espuma en forma de círculo. A continuación, hazte con una gran variedad de gominolas de todos los tamaños y formas que encuentres y, con ayuda de la silicona, comienza a pegarlos sobre la superficie de la base. Cuando esté listo, colócalo sobre tu puerta y ¡da la bienvenida a la Navidad!
Con estas ideas acabarás teniendo un hogar muy dulce y navideño… aunque será difícil resistir la tentación de no comer algunas chucherías mientras realizas las manualidades.