La Navidad se acerca y, con ella, esa atmósfera inconfundible de luces, villancicos y preparativos. Pero, ¿buscas una forma realmente especial de ambientar tu hogar y preparar a los niños para estas fiestas? Más allá del árbol y las decoraciones, la respuesta está en los libros.
En la literatura infantil existen joyas maravillosas que capturan la esencia de estas fechas. Los cuentos de Navidad no son solo un entretenimiento pasajero; son herramientas educativas poderosas y una actividad perfecta para compartir tiempo de calidad con los pequeños de la casa. A través de sus páginas, podemos transmitir valores que a veces quedan sepultados bajo la montaña de juguetes: la generosidad, la empatía, la paz y la gratitud.
A continuación, analizamos en profundidad los mejores cuentos de Navidad de todos los tiempos. Desde los clásicos inmortales que han educado a generaciones enteras, hasta las versiones modernas que conquistan a los niños de hoy.
La importancia de leer en Navidad: Una tradición educativa
Antes de adentrarnos en los títulos, vale la pena recordar por qué esta actividad es tan valiosa. Decimos que los cuentos de Navidad son “una forma bonita de ambientar”, pero en realidad son mucho más. Funcionan como un calendario de Adviento emocional.
Cuando nos sentamos a leer con nuestros hijos, estamos creando un refugio seguro frente al estrés comercial. En la literatura infantil navideña, los protagonistas suelen enfrentarse a dilemas morales. A través de ellos, los niños aprenden que la Navidad no consiste solo en recibir, sino en dar y en estar junto a las personas que queremos. Es la excusa perfecta para apagar las pantallas y encender la imaginación.
El clásico indiscutible: “Cuento de Navidad” de Charles Dickens
Si hay un libro que define lo que entendemos hoy por espíritu navideño, ese es A Christmas Carol (Cuento de Navidad) de Charles Dickens. Publicado en 1843, sigue siendo, sin lugar a dudas, uno de los cuentos más conocidos y necesarios de la literatura universal.
¿De qué trata y qué nos enseña?
La historia nos presenta a Ebenezer Scrooge, un anciano avaro, huraño y egoísta que desprecia la Navidad y todo lo que ella representa. Para él, estas fechas son una pérdida de tiempo y dinero. Sin embargo, su vida da un giro radical durante una Nochebuena, cuando recibe unas visitas inesperadas y sobrenaturales: los fantasmas de las Navidades Pasadas, Presentes y Futuras.
Lo que hace que este cuento sea “el mejor” es la profunda transformación de su protagonista. Dickens no nos cuenta una historia simple; nos narra un viaje de redención.
El Fantasma del Pasado le recuerda a Scrooge su inocencia perdida y los momentos en los que fue feliz, mostrándole cómo se fue endureciendo su corazón.
El Fantasma del Presente le abre los ojos a la realidad de los que le rodean, mostrándole la felicidad de su sobrino o la dura situación de su empleado Bob Cratchit, quienes, a pesar de tener poco, celebran con alegría.
El Fantasma del Futuro le ofrece una visión aterradora de su destino si no cambia su actitud: una muerte solitaria y sin nadie que le recuerde.
Gracias a estas visitas, Scrooge despierta la mañana de Navidad como un hombre nuevo. Se convierte en una persona llena de paz, generosidad y bondad. Para los niños, esta historia es vital porque enseña que nunca es tarde para cambiar y que la verdadera riqueza no está en el dinero, sino en compartir con los demás.
La sensibilidad hecha cuento: “La niña de los fósforos”
En el otro extremo del espectro emocional, pero igualmente imprescindible, encontramos La niña de los fósforos (o La pequeña cerillera) del genial escritor danés Hans Christian Andersen.
Este es otro cuento típico de la Navidad que, aunque tiene un tono más melancólico, es fundamental para trabajar la empatía con los niños. Andersen nos presenta a una niña de la calle, pobre y descalza, que intenta vender cerillas en la última noche del año mientras el resto de la ciudad celebra con grandes cenas y chimeneas encendidas.
¿Por qué leer esta historia hoy?
Muchos padres dudan si leer historias tristes, pero la literatura infantil también sirve para explicar realidades difíciles desde la seguridad del hogar. Al encender sus fósforos para calentarse, la niña tiene visiones maravillosas: una cena deliciosa, un árbol de Navidad gigante y, finalmente, su abuela, que baja del cielo para llevársela a un lugar donde no hay frío ni hambre.
Este relato es una lección de humildad y solidaridad. Nos invita a:
Valorar lo que tenemos: Hace que los niños aprecien su hogar, su comida y sus regalos.
Despertar la compasión: Nos recuerda que no todo el mundo vive la Navidad de la misma manera y que debemos ser bondadosos con quienes tienen menos suerte. Es una historia de una belleza conmovedora que toca el corazón de grandes y pequeños.
Versiones modernas: Personajes que los niños adoran
A veces, para introducir a los niños en la lectura o incluso para acercarlos a estos clásicos, la mejor puerta de entrada son sus héroes cotidianos. Como bien se menciona, hoy en día en las librerías puedes encontrar todo tipo de versiones y cuentos de Navidad protagonizados por los personajes que les gustan a los niños.
Un ejemplo perfecto es Mickey Mouse. Disney y otras franquicias han sabido adaptar magistralmente las historias tradicionales. De hecho, una de las mejores formas de introducir a un niño pequeño en la compleja obra de Dickens es a través de la versión “El Cuento de Navidad de Mickey”, donde el Tío Gilito interpreta a Scrooge y Mickey al pobre empleado Cratchit.
Estas adaptaciones modernas tienen grandes ventajas:
Conexión inmediata: Al ver a un personaje conocido (como Mickey, la Patrulla Canina o Peppa Pig) en la portada, el niño siente una atracción inmediata hacia el libro.
Lenguaje accesible: Suelen utilizar un vocabulario más sencillo y directo, ideal para primeros lectores.
Ilustraciones vibrantes: Ayudan a mantener la atención de los más inquietos.
No debemos subestimar estas versiones. Si un libro de Mickey Mouse consigue que un niño entienda el valor de la generosidad o descubra la alegría de decorar el árbol, ese cuento habrá cumplido su misión educativa a la perfección.
Una actividad perfecta para hacer en Navidad
Ya sea a través de la profunda transformación del señor Scrooge, de la conmovedora historia de la pequeña vendedora de cerillas de Andersen, o de las divertidas aventuras de Mickey Mouse, lo importante es el acto de leer.
Los cuentos infantiles de Navidad son una actividad perfecta para hacer con los pequeños de la casa. Te recomendamos que este año crees tu propia tradición: prepara un chocolate caliente, siéntate cerca de las luces del árbol y elige uno de estos “mejores cuentos”. Al hacerlo, no solo estarás leyendo una historia; estarás regalando a tus hijos recuerdos imborrables y lecciones de vida que, como a Scrooge, les acompañarán para siempre.
¡Feliz lectura y Feliz Navidad!
